¡ De vuelta con los suyos !

Nuestro abuelo Miguel, era natural de un pueblo de Cuenca llamado Casas de Benítez, fué reclutado como tantos otros por el ejército republicano y combatió en la Guerra Civil. Al término de la guerra regresó a su pueblo y allí empezó otro calvario cuando fue represaliado por el régimen franquista y condenado a muerte. Se le conmutó la pena por 30 años y un día de prisión en el Fuerte de San Cristóbal de Navarra, lo que equivalía a una pena de muerte por las precarias condiciones de vida de los reclusos, casi todos enfermos de tuberculosis. Allí murió en 1942 ,era difícil que alguien pudiera sobrevivir a la enfermedad, la miseria y en muchos casos el maltrato físico. Después, nada… dos muchachos de 12 y 6 años huérfanos de padre y madre que tuvieron que sobrevivir en tiempos bien difíciles, cuando se trabajaba duro solo por la comida y además había que presentarse ante las autoridades periódicamente como delincuentes en libertad condicional. Por lo visto, la muerte de Miguel no era bastante para el régimen.
No obstante, sus hijos Arsenio y José Maria salieron adelante. Se trasladaron a Torrent, cerca de Valencia. Allí se instalaron, trabajaron, se casaron y formaron sus familias. Siempre, en sus vidas, estuvo presente el recuerdo del padre, del pueblo, de la huertas, del rio Júcar…. A nosotros nos hablaron de todo aquello, incluso visitamos con ellos los lugares añorados de su niñez. Nos enseñaron a sentirnos orgullosos de nuestros orígenes. Pero nunca hubo atisbo de rencor ni de venganza cuando nos hablaban del abuelo Miguel. Dolor y pena, si. Pero nada más.
Setenta años han tenido que pasar para que Miguel Yubero Mondéjar vuelva al lugar que le corresponde, junto a los suyos. Con la aprobación de la Ley de la Memoria Histórica, su hijo José María pudo  iniciar la búsqueda de su padre Miguel. Tres años de trabajo con la colaboración de diversos grupos de investigación nos han permitido localizar los restos y trasladarlos a Torrent donde recibió sepultura junto a los suyos, en la más estricta intimidad.

<< Para nosotros la guerra ha terminado >>
Familia Yubero